Tengo 30 y estoy en mi peor momento

 


Cuando éramos adolescentes, pensábamos que a los treinta nuestras vidas serían extraordinarias; un matrimonio estable, casa propia, un buen carro y, claro, un negocio rentable que nos permitiera vivir una vida con pocas preocupaciones. Los treinta llegaron y para el colmo estoy en mi peor momento.

Es hora de que consideres algunas cosas para que a los cuarenta aumenten las posibilidades de alcanzar la vida que soñabas:

  • Hay un problema con mis metas

Las metas nos ayudan a mantenernos motivados, sin embargo, cuando no son alcanzables, nos frustran. Lo primero que debes hacer es evaluar tus metas y saber priorizarlas.

  • ¿Realmente estás en tu peor momento o es una mala racha?

La vida se compone de momentos buenos y otros no tan buenos. No esperes que por ser tú la vida siempre te va a sonreír. Si estás pasando una mala racha, aprende de ella y espera que, así como viene la tormenta, viene la calma.

  • Filtra tus amistades.

Duele admitir que eres el reflejo de las amistades. Lamentablemente, ese amigo que solo te invita a gastar, que cree que hay que disfrutar el ahora porque es posible que no estemos vivos mañana, no te llevará a ningún lugar. No es que elimines esas personas de tu vida, pero debes priorizarte antes que a ellos.

  • ¿Son mis gastos conscientes?

Gastamos mucho de nuestro dinero en apariencias y goces momentáneos para luego quejarnos de que nos ha tocado una vida difícil, que no ganamos lo suficiente y muchas más excusas que al final no nos ayudaran a nada.

Lo antes descrito son solo algunas pautas que puedes considerar para mejorar en los próximos años; créame, la decisión está en sus manos, solo en sus manos.

 


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